lunes, 7 de noviembre de 2011

Castaño del Robledo - Alajar - Castaño del Robledo




Distancia: 15,4 Km. Circular

Desnivel:   Encontramos tramos de desniveles de hasta el 25%.


Dificultad: Media.

Señalización: A tramos.

Tipo de terreno: Mixto, zonas con terreno pedregoso y agua.

Calzado: Bota o zapato de campo con suela de goma.

Ropa: La adecuada a la climatologia, brazos y pies cubiertos para evitar arañazos.

Época del año: En otoño preferiblemente en noviembre y después de días lluviosos.

Obstáculos:  Ninguno.

Observaciones: Ir provisto de agua, algo de comer y bastón. Imprescindible GPS o ir acompañado con alguien que conozca el sendero. No aconsejable para niños ni personas mayores.

Descripción del sendero.

Este sendero parte de la localidad Onubense de Castaño del Robledo en dirección  a Alajar volviendo de nuevo a Castaño de Robledo.
El primer tramo discurre por un sendero señalizado por la Junta de Andalucía bajo el nombre "Castaño del Robledo - Puente de los Casares" pasando por los preciosos Chorros de Ollarancos. Después tomaremos otro sendero que nos llevará hasta Alajar en le que siempre iremos acompañado por la Rivera de Santa Ana o del Galuza. En otros mapas aparece como Rivera de los Casares.

Una vez en Alajar tomaremos el camino de vuelta hacia el Calabacino para luego enlazar con el sendero "Rodeo al Cerro del Castaño" tambien señalizado por la Junta de Andalucía y que nos devolverá al punto de partida.
Una curva antes de entrar en Castaño de Robledo por la HU-8115 veremos un camino hormigonado que conduce al Cementerio, justo aquí iniciaremos nuestro caminar para una vez llegado al cementerio descender por un camino de firme regular y acompañados de castañales, dehesas, pinares y monte mediterráneo. Este sendero se encuentra bien señalizado por lo que no tendremos problemas para transitar por él.


A unos 3 Km. de nuestro comienzo, haremos un giro hacia el Oeste y despueé de 150 m giraremos de nuevo al Sur para iniciar una complicada bajada por la fuerte pendiente y mal estado del terreno. Esta bajada nos llevará hasta una bifurcación que tomaremos para subir 300 m. hasta  los chorros de Ollarancos o Joyarancón y contemplar la belleza del mayor salto de agua de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche con sus 15 metros de caida.

Después de este grato respiro, volveremos atrás por el mismo camino y cruzaremos la Rivera de Los Barrancos por bonitos puentes de madera y un sendero llano y de buen firme. Poco más adelante finaliza este sendero en el Puente de los Casares en la carretera HU-8105.
Seguiremos entonces esta carretera en dirección Alajar durante 500 m.. encontramos entonces a mano derecha un sendero bien señalizado pero tendremos que estar muy atentos porque se mezclan señales de distintos tipos y de varios senderos.


Nos guiaremos de las señalizaciones amarillas y blancas del PR-A-38 aunque tambien veremos del sendero señalizado por el patronato Huelva la Luz Castaño del Robledo - Rio Tinto.

Inicialmente discurre por un buen firme, sin desniveles y con puentes que nos facilitan caminar junto a la Rivera de lo Casares o también llamada Rivera de Santa Ana o del Gallizo.



Después de unos 700 ò 800 m. tendremos que estar muy atentos  a las señalizaciones porque cruzaremos la rivera sobre unas piedras y comenzaremos un tramo estrecho, pedregoso que nos llevará hasta la bonita aldea del Calabacino.

En épocas de lluvias en las que las riveras vienen crecidas hay que tener cuidado para no mojarnos los pies.




A partir de aquí, comenzaremos a ascender ligeramente hasta la localidad de Alajar como anticipo del duro tramo que nos espera.


Las preciosas calles encaladas de Alajar nos  sirven de guia mientras divisamos La Peña de Arias Montano (736 m.) y nos recuerdan que pronto iniciaremos un exigente ascenso hasta cotas superiores a su famoso mirador. En el lugar de la fotografía nos encontramos a 574 m, teniendo que ascender hasta los 848 m en tan solo 3 km.

Por tanto ahora que llevamos casi 10 Km de recorrido, y conociendo lo que nos espera, es momento de hacer un pequeño descanso, hidratarnos y reponer fuerzas. Cruzando el pueblo, justo antes de la carretera, tenemos un bonito paseo con bancos en el que podemos hacer una ligera pausa.

Una vez que hemos repuesto fuerzas, tomaremos la carretera en dirección a Santa Ana y tras escasos 400 m, veremos una señal indicando la  dirección hacia el Calabacino. Comenzaremos entonces un fuerte ascenso hasta una pequeña aldea por un camino de piedra en buen estado. Allí encontraremos un panel informativo indicando un sendero hasta la Peña de Arias Montano. Lo tomaremos iniciando una fuerte subida por un estrecho pedregal que nos sirve de escalera hasta un camino entre castaños y alcornoques. En este tramo es necesario el GPS o conocer bien el sendero porque tras unos 500 m de sendero sin señalizar, haremos un cambio de sentido hacia el NO y  tomaremos un estrecho semillo entre monte bajo.

Una vez en este estrechito sendero con gran cantidad de castaños, alcornoques y monte bajo, nos encontraremos con las rampas de más dificultad llegando a pendientes del 25%. Nuestro camino poco a poco se va ensanchando hasta que enlazamos con el sendero con nombre Rodeo al Cerro del Castaño citado en la introducción.
Al llegar a ese punto, hemos superado toda la dificultad de nuestro trazado, es momento de hidratarnos mientras contemplamos la preciosa panorámica y comentamos el esfuerzo realizado y desde donde venimos.
Proseguiremos nuestra marcha haciendo otro radical cambio de rumbo hacia el Sur y nos adentramos en el espectacular Cerro del Castaño.





Como su nombre indica, está repleto de castañales y es un verdadero espectáculo ver los erizos colgando de los castaños y esparcidos por el suelo creando una preciosa alfombra.


Por este motivo es  recomendable hacer este sendero en el mes de noviembre, que es cuando tenemos los castaños en todo su esplendor y el otoño nos ofrece sus contrastes de  ocres y verdes mezclados de forma caprichosa.

Poco a poco mostrandonos preciosas panorámicas vamos descendiendo con  un más que merecido y cómodo caminar. Suavemente el camino se va estrechando y conforme nos acercamos a la localidad de Castaño del Robledo, el sendero se va volviendo sombrio hasta llegar a quedar totalmente cubierto por la vegetación haciendo un túnel natural en el que los rayos de sol lo penetran con dificultad.
Los muros de piedra llenos de musgo nos anticipan que llegamos a nuestra meta finalizando nuestro sendero en una calleja próxima a la Plaza del Álamo donde encontraremos un par de tascas donde tomarnos una merecida y fresca cerveza acompañada de las ricas chacinas de la zona.






 

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